jueves, 27 de agosto de 2009

Suramérica: en el ajedrez de las tensiones

El gigantesco avión Awacs, de EU, dotado con un poderoso radar, es el símbolo de las tensiones en Suramerica.


Unasur pide al presidente Uribe revisar acuerdo militar con EU.


El nuevo acuerdo militar que está sobre la mesa de Colombia y los EU. para su firma, no fue bien recibido entre los países suramericanos y tiene enfurecidos a los gobiernos de Venezuela y Ecuador que hablan de esa alianza como una declaración de guerra.

Mientras los presidentes Hugo Chávez y Rafael Correa aseguran que Colombia es un narco-estado, el presidente Alvaro Uribe les acusa de países protectores de los terroristas de las Farc y el ELN.

Tanto unas ofensas como las otras son agresiones no sólo para los presidentes sino para los ciudadanos, pues inflaman el espíritu patrio, incitan a la guerra y alteran la armonía entre países que son más que hermanos.

Hasta antes del encuentro de Bariloche la diplomacia suramericana había fracasado.

E
l embajador de Venezuela ante la OEA al responder a los reclamos de Colombia alcanzó a hablar de vientos de guerra y culpa de ello a Colombia por el pacto militar con los EU.

El convenio, que aún la opinión pública no conoce en su letra menuda, permitirá que tropas del Pentágono, armas de g
uerra y naves, que pueden vigilar grandes extensiones de territorio, sin ser detectadas, circulen libremente por tierra y aire.

El Pentágono tiene aviones con alcance de vuelo de siete mil kilómetros sin reabastecerse y los impactantes aviones Radares Awacs, los mas sofisticados del mundo en operaciones de vigilancia y de detección de amenzas desde el aire.

Oficialmente los países que sellarán el pacto han asegurado que sólo per
seguirán a narcotraficantes y terroristas.

Foto: Avión radar Awacs

El acuerdo ha sido interpretado como un movimiento de ajedrez del presidente Álvaro Uribe frente a una tercera reelección. Esta jugada política puede estar siendo su plataforma de lanzamiento para demostrarle al país que seguirá protegiéndolo de los narcoterroristas y, si se requiere, de eventuales ataques de sus vecinos.

El presidente Barack Obama ha guardado aparente indiferencia ante lo que ocurre en Suramerica, pero bien sabe que su gobierno ésta negociando con Uribe no sólo el tema militar sino también el Tratado de Libre Comercio que es otra de las metas insistentes del presidente Uribe.

El TLC está atascado hace dos años en el congreso de los E.U por cuestionamientos al gobierno colombiano por violaciones a los derechos humanos en el marco de la política de seguridad democrática.

Chávez- Uribe: distancia que crece
En los momentos previos al encuentro de Unasur, el presidente Chávez de Venezuela dijo que renunciaba a los abrazos del presidente Uribe en los actos públicos, frase que puede sonar jocosa, pero que significa no sólo la casi inminente ruptura diplomática y comercial sino el rompimiento de relaciones personales entre los presidentes.

El no abrazo es apenas un símbolo que connota rechazo.


Unasur: poco avance

La cumbre extraordinaria de presidentes suramericanos, en Bariloch,e no logró avances significativos en el objetivo que los convocó.

El Presidente Alvaro Uribe defendió el acuerdo militar a
segurando que el acceso de los E.U para ayudar a Colombia en la lucha contra el narcoterrorismo se hace sin la renuncia de soberanía y garantizando la no intervención en asuntos internos de otros estados. Unasur, Bariloche

Pero los argumentos de mandatario no tranquilizaron a los gobiernos del vecindario que le pidieron, infructuosmente, revisar el acuerdo.


Chávez: temores frente al petroleo

En Bariloche, el presidente de Venezuela habló del petróleo de su país como posible objetivo de las operaciones que harán los EU en suramerica.

"Uno de los elementos definidos en la estrategia de seguridad nacional estadounidense es garantizar el suministro de su gran demanda de petóleo. E.U. consume 20 millones de barrilles de petréolo diarios. Lo necesitan para sostenerse", dijo Chávez.

El Jefe de Estado se dirigió a su homologo de Brasil, Lula da Silva, advirtiéndole la exposición en la que podría quedar Brasil ante los recientes hallazgos de petróleo.

La nueva izquierda suramericana

Históricamente los E.U. le ha obstruido a los demás países del hemisferio la posibilidad de desarrollar sus sistemas económicos y políticos basándose en sus propias creencias e ideologías, mucho más si estás contradicen los principios del sistema democrático capitalista.

Así sucedió en el siglo 20 cuando intervinieron en países como Panamá, Guatemala, Cuba y Chile (donde EU entronizó al general Pinochet). En centro y suramérica persiguieron a las diferentes guerrillas y ayudaron a mantener a gobiernos de derecha ortodoxos. Y hasta contribuyeron a la muerte del líder de izquierda Ernesto “El Ché” Guevara, en Bolivia.

El mandatario cubano Fidel Castro quien puso a marchar en la isla un sistema político y económico que difiere en sus principios básicos a los del capitalismo, es el único sobreviviente de los perseguidos por los EU en el siglo 20.

Castro, hoy observador y líder tras bambalinas, ha sobrevivido a más de diez presidentes estadounidenses: desde Kennedy, quien le impuso el bloqueo económico pasando por Richard Nixon, Ronald Reagan (considerado como el impulsor de la ideología neoliberal), Bush padre, Bill Clinton (dos períodos), Bush hijo (dos períodos) y el actual Barack Obama.


Lula: tras el justo medio

Los ojos de Suramérica están puestos no sólo en el documento que saldrá del Consejo de Defensa de Unasur y del encuentro de los mandatarios con el presidente Obama sino también en el presidente Lula de Brasil quien se ha mostrado en el papel del fiel de la balanza.
Se espera que él pueda equilibrar las cargas extremas que hay en suramerica: en un lado está la nueva izquierda latinoamericana que es una forma diferente de mirar la economía y la política y, en el otro, está el espíritu capitalista que pretende mantener el dominio sobre el planeta representado en los E.U, su cabeza principal, y en Colombia país que maneja una subordinación aceptada.

Se espera también que en la visita anunciada por el presidente de los EU Barack Obama a Brasil, Lula asuma el papel de interlocutor entre los intereses y principios de la América del sur y los intereses de los EU.

De los resultados que entregue el Consejo de Defensa de Unasur dependerá el rumbo que tomen las relaciones entre los propios países suramericanos y entre la región con los EU de hoy.

El vecindario armado

Colombia se arma a través de los E.U mientras Venezuela se ha fortalecido militarmente con aviones rusos. Ambos gobiernos, diametralmente opuestos en su ideología, tienen pretensiones de permanecer en el poder.

Bajo este contexto de opuestos y con la diplomacia fracasada cualquier disputa, por ejemplo fronteriza, podría ser el detonante que llevaría a la región a una confrontación bélica.

Con la intervención de los E.U. los países andinos siguen hablando de guerra y no de paz.

¿Política del presidente Obama?
Al llegar, Obama se anunció como el representante de la nueva era, como el presidente moderno que iniciaría la nueva manera de relacionar su país con el resto del Planeta.

Habló del reino de la fraternidad y no del de la guerra y dijo que su país no interferiría en asuntos internos ajenos.

En el aplaudido discurso del Cairo,Egipto, dijo ante el mundo árabe que trabajaría para pasar la página de rencor que ha escrito EU con el mundo y que bajo su gobierno EU no iría tras los recursos naturales de otros países.

América Latina ha estado esperando la línea que trazará el mandatario con sus vecinos de hemisferio.

En el caso de Honduras el presidente Obama mostró aparente distancia pero, a juzgar por el acuerdo militar que negocia con Colombia y que tiene a este país en la mira de sus vecinos, se podría creer que no se distanciará mucho de la de sus antecesores.

La historia ha demostrado que en los EU no sólo gobierna el presidente sino sectores considerados de ala dura.

La historia también ha demostrado que a través de la guerra no se hace la paz .