lunes, 27 de agosto de 2012

SANTOS Y EL DESTINO DE JOB


Como el profeta bíblico, Santos tendrá que sortear todo tipo de pruebas para demostrar que tiene la dignidad y la fuerza para luchar por lo que esperan de él y por lo que cree.






El Presidente Juan Manuel Santos, como el Job bíblico, sufre todos los oprobios de un sector que desprestigia su gestión de gobierno en la que se destacan avances fundamentales para el país y compromisos pendientes de cumplir. Está en sus manos elegir el camino de Job, quien sabiendo enfrentar todos los embates que le impuso el envidioso Demonio con la aprobación de Dios, luego vio recuperado su prestigio.


Santos ha buscado escenarios legales para la reconciliación, como El Marco para la Paz y La Ley de Victimas y Restitución de tierras, que representan un avance desde el punto de vista de la cohesión y comprensión social para los cuatro millones de colombianos desplazados y un camino jurídico para la Paz.


Con esas herramientas, quizá el más importante logro del mandatario es poner a andar un diálogo de paz con las Farc, cuya sede y día ya salieron a la luz pública, de manera extraoficial: Noruega, el próximo cinco de octubre.


Si Santos obtuviese con las Farc una salida negociada al conflicto, mediante acuerdos firmes y duraderos, gran parte de la población colombiana lo vería con buenos ojos e incluso con muestras de agradecimiento por ponerle fin a una guerra fratricida entre colombianos que lleva más de sesenta años y cientos de miles de muertos, viudas y huérfanos.


Llegar a acuerdos de Paz es un viejo sueño, nunca realizado hasta el momento en Colombia. Lo han intentado gran parte de los Jefes de Estado en los últimos veinte años y por diversas razones ha resultado esquivo y sangriento, de odios y rencores. El Presidente Santos confirmó los acercamientos sin dar mayores detalles y sin responder los oprobios de sus contradictores que ahora le atacan por buscar salidas negociadas a uno de los conflictos más antiguos del Mundo.


El remezón en el gabinete ministerial puede ser una oportunidad para buscar aliados fuertes para la paz y, de paso, redireccionar carteras sensibles, como las de Educación, Salud, Justicia y Obras Publicas donde están los problemas más apremiantes de la casi totalidad de los colombianos de clases media y baja y las posibles razones de bajón de la popularidad del Presidente que cayó del 71% al 48%, desde julio de 2011 a hoy.


La popularidad del Presidente podría ser recuperada si liderara una verdadera reforma al Sistema de Salud legitimada por los médicos, hospitales, empresas y usuarios; una reforma para acabar con la Intermediación de las EPS que adeudan a los hospitales públicos y privados más de 7 billones de pesos. Denuncias de la Contraloría estiman en 2.2 billones de pesos los recursos que han terminado indebidamente en las arcas de las EPS y entidades como el Fosyga.


En Educación, a pesar de que ya se hubiera tratado de presentar al Congreso un proyecto de reforma educativa éste aborto. Ahora el gobierno se muestra tímido para presentarlo como producto de un consenso con el sector educativo: estudiantes, universidades, maestros y rectores; Una Ley que garantice los estudios superiores a la totalidad de los jóvenes colombianos y que regule el alto costo de las matriculas de las universidad privadas que alejan al 90% de los aspirantes, que aunque lo quisieran, no cuentan con los medios suficientes para sufragar los costos.


El Jefe de Estado también debe cumplir el compromiso de reconstruir la malla vial que quedo deteriorada luego de la desaparición de carreteras, puentes y vías veredales como consecuencia de dos años de invierno que tuvo Colombia, el período más fuerte y prolongado en los últimos 30 años.


Modernizar la infraestructura vial es urgente si se tienen en cuenta la serie de TLCs firmados con países de Europa, de Asia -como Corea del Sur-, con México, Chile, Perú, con Estados Unidos y Canadá. El libre comercio sin vías, sin trenes, sin puertos modernos para trasportar lo producido condenaría a Colombia a ser invadida comercialmente por el resto del mundo por ineficiencia y baja comercialización.


A Santos se le reconoce el funcionamiento de la Economía que crece por encima del 4% dentro de signos de recesión en países de la Comunidad Económica Europea como España, Grecia, Italia, Irlanda y crecimientos lentos como en Estados Unidos donde se prevé, para 2012, un crecimiento económico no superior al 3%.


También se ha presentado un cambio sustancial en la política internacional de Colombia, en especial con Venezuela, cuyo comercio binacional creció en 2012 un 30%, manteniendo la misma tendencia de crecimiento que tuvo en 2011, según reporta la Cámara de Integración Económica Venezolano Colombiana.


Y la promesa de Gobierno de cien mil viviendas gratuitas para familias pobres de Colombia merece atención si en verdad llegaran a construirse.


Inversión social con acuerdos firmes de Paz podria resultar una receta infalible para el Progreso del país y para Santos una prueba que debe superar con la paciencia, el temple, aguante y buen juicio del Santo Job. Y al igual que Job puede salir triunfante y ser compensado viendo multiplicado su prestigio y alargados sus días.


Si por el contrario no logra interpretar el sentir nacional, sus contradictores jugarán con las diatribas descalificadoras que retrasan el camino de la historia para entrar en confrontaciones inútiles que mas daño hacen al país que a sus propios actores.
Tw:

@indiravegap