viernes, 3 de febrero de 2012

DE AMAR A SER AMOROSO

El amor es un estado del ser que se vuelve esclavitud cuando lo ponemos a jugar con las reglas de la sociedad y no con las reglas del alma.

El secreto, según el misticismo, está en romper con el viejo patrón mental de las relaciones.





Los antiguos místicos han dicho que la palabra amor puede tener dos significados no solo diferentes, sino diametralmente opuestos. Un significado es el amor como relación;el otro, es el amor como un estado de ser.


En el mismo momento en que el amor se vuelve una relación, se vuelve una esclavitud, porque hay expectativas y hay exigencias, y hay frustraciones, y un esfuerzo de ambas partes por dominar. Se convierte en una lucha de poder. Una relación no es lo correcto.


El amor es un estado de ser totalmente diferente. Significa que simplemente amas; no estás creando una relación con ello. Tu amor es como la fragancia de una flor. El amor no crea una relación, no te pide que seas de una determinada manera, que te comportes de una determinada manera, que actúes de una determinada manera. No exige nada, simplemente comparte. Y al compartir tampoco hay ningún deseo de recompensa. El compartir mismo es la recompensa.


Cuando el amor se vuelve como una fragancia para ti, tiene una belleza tremenda, tiene algo que esta muy por encima de lo que se llama humanidad: tiene algo divino. El misticismo, que ha comprendido el alma humana, asegura que cuando el amor es un estado, no puedes hacer nada al respecto. Irradiará, pero no creará ninguna prisión para nadie, ni permitirá que seas aprisionado por nadie.


Sin embargo, la sociedad te acostumbró a crear relaciones, desde tu misma infancia Amas a un hombre o a una mujer extraña y de inmediato tiendes a crear una relación con él como con tu padre. Toda tu vida está dominada por muchos tipos de relaciones. Y una relación, real o imaginaria, es en sí un tipo muy sutil de esclavitud sicológica.

O tú esclavizas al otro, o tú mismo te vuelves un esclavo.
Un punto que hay que advertir es que no puedes esclavizar a nadie sin volverte tu mismo un esclavo.

La esclavitud es una espada de dos filos. Puede que uno sea más fuerte, puede que uno sea más débil, pero en toda relación te vuelves el carcelero y el otro se vuelve el prisionero. Y ésta es una de las causas fundamentales de que la humanidad esté viviendo en semejante tristeza, en semejante estado de pesar.



En el libro Libertad, la valentía de ser tu mismo de Osho, uno de los místicos mas conocidos e inquietantes de siglo veinte, se habla de la profunda diferencia que hay entre enamorarse y ser amoroso porque el amor es simplemente la fragancia de tu ser íntimo.
"Incluso si estás solo, estás rodeado de energía amorosa. Incluso si tocas algo muerto, como una silla, tu mano está irradiando amor; no importa a quien. El estado amoroso no tiene dirección concreta".


Añade Osho "no estoy sugiriendo que no deberías estar en un estado de amor, sino que sólo puedes estar en un estado de amor si abandonas el viejo patrón mental de las relaciones". El amor, entonces, no es una relación.
Dos personas pueden estar muy enamoradas y cuanto mas enamoradas están menor es la posibilidad de alguna relación de sumisión.

Cuanto mas enamoradas están, mas libertad existe entre ellas. Cuanto mas enamoradas están, menor es la posibilidad de alguna exigencia, algún dominio, alguna expectativa. Y naturalmente, no es posible ninguna frustración.


Cuando dos personas están en una relación y sus expectativas no se cumplen, -y no se van a cumplir- entonces inmediatamente el amor se convierte en odio. Había expectativas, ahora hay frustraciones; pero primero estaban proyectando sus expectativas, ahora están proyectado sus frustracionesNinguno de los dos puede ver que están rodeados por sus propias ideas inconscientes. Y están sufriendo.


Dice Osho "por eso quiero que recuerdes: no tengas ninguna expectativa. Ama porque el amor es tu propio crecimiento interno. Tu amor te ayudará a crecer hacia más luz, hacia más verdad, hacia más libertad. Pero no crees una relación. El amor legítimo es capaz de destruir todo lo demás, simplemente no dejes que se convierta en una relación; si no, el amor desaparecerá y, en nombre del amor, sucederá el dominio, la posesión, la política. Entonces los problemas seguirán aumentando".


Como vemos Osho muestra su desacuerdo contra todo tipo de relaciones y propone individuos que sienten en libertad.

Por ejemplo, rechaza la palabra "amistad", y propone cambiarla por "amigabilidad”. La amigabilidad, dice, es una cualidad en ti, la amistad se vuelve de nuevo una relación.
De modo que no hay nada de malo en el amor. De hecho, sin amor todo está mal.

Pero el amor es tan valioso que debería ser protegido de todo tipo de polución, contaminación, de todo tipo de ruidos. Y una relación lo contamina.
Quiero, dice Osho, que el mundo esté constituido por individuos. "Incluso usar la palabra pareja me hace daño. Has destruido a dos individuos, y una pareja no es algo bello".



La idea entonces es que el mundo sea sólo de individuos, y cuando el amor florezca espontáneamente, cántalo, báilalo, vívelo; no crees cadenas con el. No intentes mantener sometido a alguien, ni dejes que nadie te someta.


Un mundo constituido solamente por individuos será, según Osho, un mundo verdaderamente libre. Es imposible desconocer que una de las mayores necesidades del hombre es ser necesitado, por eso no se puede concebir ninguna era o etapa de la humanidad en la que no exista el amor.


Mientras haya seres humanos, el amor seguirá siendo su experiencia más apreciada porque según el antiguo misticismo oriental, el amor es algo que esta disponible en la Tierra pero que no pertenece a la Tierra. Te dá alas para volar como un águila por el cielo. Y sin amor no tienes alas. Pero como es tan vital y nutritivo, todos los problemas han surgido en torno a él, principalmente la infelicidad y la desgracia.



En sus enseñanzas Libertad, la valentía de ser tu mismo, Osho también cuestiona fuertemente el contrato matrimonial.
"Quieres que tu amante o que tu amada también este disponible para ti mañana. Ha sido muy hermoso hoy, y te preocupas por mañana. Por eso se creó el matrimonio. Es sólo el miedo a que quizá mañana tu amante o tu amada pueda dejarte...así que lo conviertes en un contrato ante la sociedad y ante la ley. Por eso es feo; absolutamente feo, repugnante".


Convertir el amor en un contrato, añade, significa que estás poniendo la ley por encima del amor; significa que estás poniendo la masa colectiva por encima de tu individualidad y estás poniendo el apoyo de los tribunales, de los ejércitos, de la policía, de los jueces, “para que tu sometimiento sea absolutamente definitivo y seguro”.


"Mañana por la mañana...nunca se sabe. El amor llegó como un brisa; puede que vuelva, puede que no. Y cuando no vuelve, debido a la ley, debido al matrimonio, debido a la preocupación por la respetabilidad social, casi todas las parejas del mundo se ven reducidas a la prostitución".


La obra de Osho, trasgresora y provocadora en su pensamiento, invita a los lectores a examinar y liberarse de los condicionamientos que enturbian el amor.

“Vivir con una mujer a la que no amas, vivir con un hombre al que no amas, hacerlo por seguridad, hacerlo por conveniencia, hacerlo por necesidad económica, vivir en pareja por cualquier razón que no sea amor, hace que la relación no sea nada mas que prostitución.
"Me gustaría que la prostitución desapareciera completamente del mundo. Todas las religiones han repetido que no debería haber prostitución...pero así es como funciona la estupidez humana.

..Estas mismas religiones que dicen que no debe haber prostitución son las causas de la prostitución porque por un lado, apoyan el matrimonio y, por el otro, están en contra de la prostitución. ...
..El matrimonio mismo es una prostitución.

Si confió en el amor, ¿porque iba a casarme? La idea misma de casarme es un signo de desconfianza. Y algo que surge de la desconfianza, no va a contribuir a que tu amor sea más profundo y más elevado. Va a destruirlo”.


Leer a Osho es inquietante y seguramente aplicar sus enseñanzas no es nada fácil por los sistemas de creencias y los prejuicios a los que hemos estado sometidos durante siglos, sistemas que limitan nuestra capacidad de experimentar para atrevernos a alcanzar la libertad espiritual, no sin antes mirar nuestro sufrimiento de frente, nuestros miedo y frustración.


Es evidente entonces, que hay que amar, pero sin destruir el amor con algo falso, con el contrato matrimonial o cualquier tipo de relación. El amor sólo es autentico cuando da libertad. Que éste sea el criterio. El amor solo es verdadero cuando no interviene en la privacidad, cuando no se destruye la individualidad del otro. Hacerlo así es condenarse a la desgracia.


Sé amoroso, y recuerda que cualquier cosa que es real está siempre cambiando. Y si el amor desaparece un día, entonces la conclusión natural es que no era amor verdadero. Pero no hay necesidad de preocuparse, porque si una flor se ha marchitado, otras flores seguirán viviendo.


"Esa es una realidad, la gente se aferra a un amor muerto que una vez estaba vivo. Ahora es sólo un recuerdo y un dolor, y estás estancado debido a tu preocupación por la respetabilidad, debido a la ley".


Empezando este nuevo año vale la pena reflexionar sobre las enseñanzas de Osho sobre la necesidad imperiosa de crear un mundo amoroso, compuesto por individuos libres que vivan con amor espontáneo, que vivan con silencio, con espíritu de juego, sin ninguna condena al placer, sin ningún miedo al infierno y sin ningún deseo de recompensa en el cielo....porque podemos crear el paraíso aquí.


Tenemos todo el potencial para crearlo, pero no lo estamos usando. Por el contrario, estamos creando todo tipo de obstáculos. Se trata de estar completamente a favor del amor.


Es posible que dos personas puedan vivir juntas toda su vida. Nadie esta diciendo que es necesario separarse, pero este vivir juntos será solo debido al amor, sin interferir ni trasgredir la individualidad del otro, al alma privada del otro.

Porque ahí se esconde lo más sagrado de cada persona: su dignidad


Fuente: Libertad, el desafío de ser tu mismo. Osho. Editorial Grijalbo